EL ACCIDENTE DE CHERNOBYL.

En la tarde del viernes 25 de abril de 1986, la plantilla del reactor número 4 del complejo nuclear de Chernobyl se preparó para realizar un experimento para el día siguiente. El objetivo era averiguar el tiempo que estarían las turbinas girando y produciendo energía si se producía una caída del suministro eléctrico. Se trataba de un test que entrañaba ciertos riesgos, pero ya había sido realizado con anterioridad. Como parte de la preparación desactivaron algunos sistemas de control críticos, incluyendo los mecanismos de seguridad para la parada automática.
Inmediatamente, después de la 1:00 de la madrugada del 26 de abril se produjo una caída del caudal de agua de refrigeración y la potencia de la central comenzó a subir. A la 1:23 (hora local), un operario intentó detener el reactor para dejarlo en modo de baja potencia, pero provocó un aumento muy brusco de la potencia, consecuencia de errores previos y de fallos de diseño. Este aumento provocó una explosión de vapor que destrozó la losa de 1.000 toneladas que cubría el edificio de contención del reactor a la 1:23:44. Hubo una fusión del núcleo del reactor y luego una segunda explosión que arrancó fragmentos del ardiente y altamente radiactivo núcleo de combustible nuclear. La entrada de aire provocó la combustión de varias toneladas de bloques aislantes de grafito que, cuando empieza a quemarse, es casi imposible de detener.


La explosión liberó una cantidad de radioactividad al medioambiente 200 veces mayor que la desprendida conjuntamente por las bombas atómicas lanzadas en 1945, por Estados Unidos en la segunda guerra mundial, en las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki; estos elementos (entre otros: iodo 131, cesio 137 y 134, estroncio 90 y plutonio 239) crearon una masa de aire contaminada: la nube radioactiva. Esta nube, arrastrada por el viento, afectó, además de la zona próxima a la central, miles de kilómetros; contaminando grandes áreas de Bielorrusia, Ucrania, Rusia, amplias zonas de Asia y la mayor parte de Europa. La nube radioactiva alcanzó España, especialmente las comunidades autónomas de Cataluña y Baleares.
Una parte importante de las emisiones de radioactividad, alrededor de un 25%, se produjeron en las 24 horas siguientes a la explosión del reactor; el resto fue emitido en el transcurso de los nueve días siguiente que duró el intenso incendio declarado. Más 800.000 personas, los llamados "liquidadores", fueron los responsables de la extinción del fuego y otras tares de urgencia en los días inmediatos al accidente. Estos, trabajaron casi sin protección y sin control de las elevadas dosis de radiación a las cuales estaban expuestos, causa por la cual el accidente de Chernobyl está ya cobrándose docenas de miles de víctimas entre los liquidadores, datos que se confirman con los proporcionados por los Gobiernos bielorruso, ucraniano y ruso.
Según datos oficiales, más de 400.000 personas se vieron forzadas a dejar sus hogares. Otros muchos centenares de miles no han sido evacuados por falta de presupuesto. En general, la evacuación se realizó de forma ineficaz y con gran retraso. Así, la poblaciónal completo en un perímetro de 30 Km. alrededor de la central, no fue evacuada hasta el 21 de mayo de 1986. Sin embargo, el peligro no ha pasado debido a que más de 100 toneladas de combustible nuclear y una cantidad mayor de 400 kilos de un material altamente radiactivo, como lo es el plutonio, continúan en el interior de las ruinas de lo que fue un reactor nuclear. Para evitar la liberación de más radioactividad se tuvo que realizar una construcción, apresurada y en condiciones difíciles, de acero y hormigón de 50 metros de altura: el sarcófago. Actualmente dicha construcción sufre una gran debilidad estructural, sin contar que se encuentra ya en condiciones lamentables; deja escapar radioactividad de forma continua por más de 200 m2 de grietas, pero este problema sería insignificante a comparación con la radioactividad que se liberaría si algunas secciones del sarcófago se derrumbaran.

0 comentarios: